De reparar autos de juguete a ser líder en tecnología
La industria tecnológica es una de las más competidas del mundo, y lograr el éxito en este campo es una hazaña que pocos pueden alcanzar. Un nombre que ha resonado con fuerza en este escenario es Lisa Su, la CEO de AMD (Advanced Micro Devices). Esta compañía, conocida por sus procesadores y tarjetas gráficas, es una de las principales competidoras de Intel y Nvidia.
Lisa, al igual que Jensen Huang, el líder de Nvidia, tiene raíces taiwanesas; emigró a Estados Unidos cuando era muy joven. Recientemente, se ha destapado una intensa contienda entre AMD y Nvidia por el dominio del universo de la computación, abarcando desde videojuegos hasta Inteligencia Artificial.
Conociendo a Lisa Su
Nacida en Tainan, Taiwán, Lisa Tzwu-Fang Su se convirtió en CEO de AMD en 2014, pero su camino hacia el éxito comenzó mucho antes. Se graduó en el prestigioso Bronx High School of Science en Nueva York, y luego continuó su formación en el MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts), donde se graduó en Ingeniería Eléctrica. Su pasión por la tecnología la llevó a obtener una maestría y un doctorado en la misma área, pero su enfoque estuvo en las tecnologías de fabricación de semiconductores.
Antes de unirse a AMD, trabajó en Texas Instruments y en IBM, donde ascendió a Vicepresidenta del Centro de I+D de semiconductores. En IBM, jugó un papel crucial, desarrollando chips más eficientes desde el punto de vista energético.
Inició su camino en AMD en 2012, primero como Directora de Operaciones y Vicepresidenta Senior. Dos años después, cuando la empresa estaba en una situación financiera crítica, asumió el cargo de CEO. Desde entonces, ha sido vista como la arquitecta del renacimiento de AMD.
Lisa reorientó la estrategia tecnológica de la compañía, apostando por arquitecturas más innovadoras y diferenciando claramente el gaming del cómputo. Gracias a su liderazgo, AMD recuperó su competitividad en el mercado de CPUs con los modelos Ryzen y Epyc, además de incursionar en supercomputación e inteligencia artificial, haciéndose un proveedor clave para centros de datos.
A lo largo de su carrera, ha recibido numerosos reconocimientos, como ser elegida Ejecutiva del Año por EE Times en 2014 y ser incluida en la lista de las líderes más influyentes del mundo por Fortune en 2017. En 2020, se unió a la Academia Estadounidense de Artes y Ciencias, un prestigio académico de gran relevancia.
¿Qué es AMD?
AMD (Advanced Micro Devices) es una empresa estadounidense que se dedica a diseñar procesadores y chips de alto rendimiento. Estos se utilizan en una variedad de dispositivos, desde PCs y servidores, hasta consolas de videojuegos y centros de datos. Es uno de los competidores más importantes de Intel en CPUs y de Nvidia en GPUs.
Fundada en 1969, AMD se destaca en la creación de microprocesadores, como la línea Ryzen y EPYC, y aceleradores gráficos, que alimentan desde computadoras personales hasta supercomputadoras. En los últimos años, con Lisa a la cabeza, AMD se ha consolidado como un jugador clave en el ámbito de la computación de alto rendimiento e inteligencia artificial, enfocándose en arquitecturas más eficientes.
El patrimonio neto de Lisa Su
El impacto que Lisa Su ha tenido en la industria también se refleja en su patrimonio. Según los últimos datos, su fortuna asciende a 1.400 millones de dólares, lo que la coloca entre las diez mujeres más poderosas del mundo y le otorga el puesto 43 entre las mujeres más ricas de EE. UU. que construyeron su propia riqueza.
Bajo su management, AMD ha tenido un crecimiento notable; en 2024, los ingresos alcanzaron los 25.800 millones de dólares, lo que representa un incremento del 14% en comparación con el año anterior, y un sorprendente 370% respecto a los ingresos cuando Lisa asumió la dirección.
La batalla contra Nvidia
La rivalidad entre AMD y Nvidia es, sin duda, uno de los temas más candentes en tecnología en la actualidad. Se trata de una lucha que define quién liderará el destino de la Inteligencia Artificial y la computación de alto rendimiento. Años atrás, Nvidia dominaba el espacio gracias a su software propietario, CUDA, que se convirtió en un estándar en la industria.
Al reconocer que no podían competir directamente, AMD optó por un enfoque diferente: separó el gaming de la IA y desarrolló GPUs especialmente para cómputo. Con arquitecturas como CDNA y líneas como Instinct, apostó por chiplets, una gran capacidad de memoria HBM y una integración CPU+GPU.
En la actualidad, aunque Nvidia sigue liderando en software y adopción, AMD está ganando terreno con un hardware más flexible y grandes avances en supercomputación. La competencia ya no es solo por quién tiene más potencia, sino por quién establece el estándar para el futuro de la IA.